Lo primero que debes hacer es sacar todas las cosas que tengas en el baño como pueden ser las toallas, cestas u otras cosas que estén en el suelo. Después tienes que barrer y aspirar el suelo para quitar el polvo y los posibles cabellos que puedan haber sobre él.
El inodoro
Tienes que colocar la escobilla del inodoro dentro de la taza y a continuación tienes que verter un desinfectante o blanqueador en la taza del inodoro. Después empapa un paño con desinfectante y limpia el exterior de la taza.
El lavabo
El blanqueador o lejía servirá para limpiar el área de la pila del lavabo. Déjalo actuar durante un par de minutos. A continuación tienes que enjuagar con una esponja las distintas áreas del lavabo. Puedes ayudarte con un cepillo de dientes viejo para quitar las zonas en las que se acumulan los residuos.
La bañera
Utiliza un producto de limpieza adecuado para las paredes dejándolo actuar un par de minutos. Pasado el tiempo de reposo, rocía spray de limpieza hecho para deshacer los residuos de jabón de las bañeras que no se limpian desde hace tiempo. Finalmente enjuaga bien las paredes, la ducha y los grifos con agua caliente y a continuación secarlo con una gamuza.
Las paredes, las ventanas y el techo
Si tienes moho alguna parte de tu lavabo, en el techo o las paredes aplica un spray de solución de lejía y agua y dejarlo actuar durante un par de minutos. Mientras actúa esta solución en el moho, puedes limpiar las ventanas por fuera y por dentro. Después puedes limpiar el techo y las paredes para sacar la suciedad y el posible moho que pueda haber. Finalmente enjuaga con una gamuza y deja secar el techo y las paredes.
El suelo
Lo último que debes limpiar es el suelo. Haz una solución de agua y jabón blanqueador. Recuerda que debes empezar por el punto más alejado de la puerta e ir avanzando hacia la salida del lavabo.
Una vez esté seco el suelo, puedes colocar todos los objetos que habías sacado del lavabo para limpiarlo.