Para la limpieza del horno vamos a necesitar una serie de productos para hacer una mezcla libre de químicos que, posteriormente, aplicaremos tanto en el interior como en la puerta de nuestro horno:
- Agua
- Un trapo
- Botella con spray
- Bicarbonato sódico
- Vinagre
- Un cuenco
Parte interna del horno
- Saca los bastidores del horno.
- Mezcla bien media taza de bicarbonato de sodio con un poco de agua en el cuenco. Añade poco a poco agua hasta conseguir una pasta para untar fácilmente en las partes del horno que necesitan la limpieza. Lo mas aconsejable es limpiar el horno completamente.
- Extiende la pasta por la parte interior del horno, sobre todo por las zonas mas sucias. El bicarbonato de sodio se volverá de color parduzco cuando lo frotas.
- Déjalo reposar durante toda la noche. El bicarbonato de sodio necesita trabajar por lo menos 12 horas continuadas.
- Al siguiente día, coge un trapo húmedo y quita la mayor cantidad posible de pasta seca, cuanto mas limpio lo dejes mejor.
- Pon un poco de vinagre en la botella con spray y rocía las superficies donde sigas viendo restos de pasta de bicarbonato. El vinagre reacciona con el bicarbonato y hace una espuma.
- Limpia la mezcla espumosa con un trapo húmedo. Repita el paso 6 hasta que el horno quede bien limpio.
- Enciende el horno a baja temperatura durante 15 – 20 minutos para que se seque bien.
Puerta del horno
- Usaremos la misma pasta de bicarbonato y agua que hemos hecho para limpiar la parte interior del horno.
- Aplica la pasta en la ventana.
- Deja reposar durante al menos 30 minutos.
- Con un trapo retira la pasta de bicarbonato y limpia la ventana.