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Cómo prepararte para el invierno.
1.Sella las grietas alrededor de las ventanas y puertas para eliminar las corrientes de aire. Usa masilla resistente al agua en los exteriores del inmueble.
2. Instala burletes en las ventanas y puertas.
3.Instala empaquetaduras en los tomacorrientes eléctricos de las paredes exteriores. Estas eliminarán las corrientes de aire.
4. Si tienes un horno, límpialo y reemplaza el filtro de aire. Los filtros de aire sucios obstruyen el flujo de aire y pueden iniciar un incendio.
5. Dale mantenimiento a tu estufa de leña. Haz que un profesional la limpie e inspeccione.
6. Cierra las habitaciones que no estén en uso. Intenta confinar las áreas de tu casa que no necesiten calefacción.
7. Considera instalar ventanas de doble acristalamiento. Si no tienes dinero suficiente, haz instalar una ventana a la vez. Las ventanas de doble acristalamiento te ayudan a preparar tu casa para el invierno.
La cinta de calefacción es un cable eléctrico que se conecta a un termostato para mantener calientes las tuberías expuestas a una temperatura específica.
Consigue plástico de invierno y cinta adhesiva resistente a todos los climas si no tienes ventanas de contra tormentas o de doble acristalamiento.Corta el rollo de plástico con un cuchillo de cocina para que encaje con el marco de la ventana.
Usa cinta resistente a todos los climas para asegurar el plástico al interior del marco de la ventana. Aplica calor con una secadora de cabello para encoger el plástico.
15. Prepara un kit de emergencia, mantenlo bien almacenado y dile a cada persona en tu casa dónde lo guardarás. Mantenlo al alcance de cualquier persona que mida más de 90 centímetros (3 pies). Tu kit debe incluir:
- Linternas y baterías.
- Velas, un encendedor o muchas cerillas (Envuélvelas con una bolsa de plástico para mantenerlas secas). Posiblemente, también incluyas una lámpara a baterías o a aceite (No almacenes una lámpara a aceite con aceite dentro porque es un líquido inflamable. Guárdalo bien sellado y separado hasta que necesites usarlo).
- Una radio a baterías
- Productos comestibles. Ten a mano comida que pueda comerse fría.
- Fruta enlatada
- Carne enlatada (por ejemplo, atún o carne en tiras)
- Cereales que puedan comerse fríos
- Barras de chocolate o unas cuantas bolsas de galletas con chispas de chocolate
- Mucha agua
- Una estufa pequeña a propano, con dos botes de propano por lo menos. En los interiores, nunca uses una estufa a carbón para acampar o para cocinar.
Trucos para limpiar después de una obra
Despídete del polvo con un soplo. Es muy probable que después de mover muebles, derribar paredes o cortar y lijar siempre quede una capa indeseable de polvo flotando por toda tu casa. Una manera rápida y sencilla de deshacerte de estas partículas es abrir una ventana y colocar un ventilador soplando hacia afuera, verás cómo poco a poco el aire de tu casa se va purificando y las partículas son cada vez menos.
Para limpiar el techo y las paredes basta con una mopa húmeda. Sumerge la mopa en un cubo con agua y exprímela hasta que no derrame ni una gota de agua. Una vez que esté húmeda la mopa, colócala en la esquina que une la pared y el techo y tira de ella como si estuvieras limpiando el suelo. Enjuaga la mopa y repite. Este procedimiento también puedes hacerlo en las paredes.
Para eliminar la suciedad de los objetos, humedece un trapo con agua y detergente y exprímelo hasta que quede húmedo, igual que la mopa del paso anterior. Es importante que el trapo no esté lleno de agua pues solo lograrás llevar la suciedad de un lugar a otro. Una vez que veas que el paño no gotea, pásalo por los aparatos eléctricos, mesas y ventanas, enjuaga y repite el procedimiento.
Cuando llega el momento de limpiar el suelo, es importante que no lo barras, pues barrer solo hará que la suciedad y los escombros se esparzan por todo el lugar y las partículas de polvo vuelvan a apoderarse del aire. Para dejar el suelo impecable es recomendable que hagas uso de una aspiradora con un filtro de alta eficiencia (si no tienes puedes pedir una prestada). Estas aspiradoras absorben hasta la mínima suciedad y debes pasarla de lado a lado pisando solo en las zonas libres de polvo. Cuando lleves unas 10 pasadas, limpia el filtro y comienza de nuevo.
Si después de aspirar encuentras manchas en el suelo, prueba a humedecer un trapo con un poco de tu gaseosa favorita y estruja el suelo donde esté ubicada la mancha hasta que salga. Si no llegara a funcionar prueba con un poco de agua oxigenada.
Si necesitas eliminar restos de pintura, barnices o esmaltes, prueba a humedecer la mancha con un poco de removedor de esmalte de uñas con acetona, verás que la suciedad se suaviza en pocos segundo y solo te quedará rasparlo.
Los restos de cemento, barro o pegamento suelen salir fácilmente con un desincrustante o removedor de incrustaciones, puede que no tengas uno en casa, pero en la sección de limpieza de cualquier ferretería encontrarás una gama de ellos. Humedece un trapo con desincrustante, pásalo por donde está la mancha y luego raspa el pegote con una espátula.
El truco más importante de todos es evitar que la suciedad se acumule. Si vives en la casa durante la remodelación, elimina el polvo después de cada jornada de trabajo, esto ayudará a que el polvo no se acumule y no se pegue en las paredes. Si estás durmiendo fuera de casa mientras terminan la obra, intenta ir los fines de semana a poner un poco de orden, ya que mientras más tiempo pase, el polvo y los químicos adheridos a una superficie, más difícil es removerlos.
REPARAR LAS TEJAS ROTAS & DETERIORADAS
Es una operación sencilla que evita la aparición de goteras y filtraciones en la vivienda .
El viento, la lluvia y el peso de la nieve originan numerosos problemas en los tejados. Los más habituales son la rotura y el desplazamiento de las tejas. Cuando esto sucede, es muy posible que aparezcan goteras y filtraciones en el edificio, que incluso pueden dañar el armazón de la cubierta. Para evitarlo, hay fórmulas que aumentan la protección del tejado y refuerzan su estanqueidad. Sin embargo, sustituir las tejas rotas por otras nuevas es la solución más sencilla y efectiva a corto plazo.
Tejas mixtas y planas
La teja mixta, también denominada mecánica o de encaje, es la opción más popular para recubrir un tejado. Se disponen en hilera y se encajan unas junto a otras gracias a las acanaladuras de sus bordes. Sustituir una teja mecánica sin clavar es una operación que no entraña gran complicación. Para ello, es aconsejable emplear unos calces biselados. Esta herramienta auxiliar facilita la tarea. Permite mantener las tejas de la hilera superior elevadas mientras se cambia las rotas por otras. Se deben retirar por completo los restos de la cubierta dañada y fijar de forma correcta las nuevas piezas. Una vez que el cambio se ha efectuado, es preciso retirar los calces.
Para sustituir una teja mecánica es aconsejable utilizar unos calces biselados
Si las tejas que componen la cubierta son planas y no están clavadas, se debe actuar del mismo modo. En ambos casos, es conveniente revisar el estado en el que se encuentran los listones del tejado. En el momento de retirar las tejas deterioradas, se pincha la estructura con la ayuda de un punzón. Si la herramienta se hunde en la madera, es señal inequívoca de que el armazón está podrido o en fase de deterioro. Cuando esto ocurre, la reparación es más compleja ya que se debe restaurar por completo esa parte del tejado.
Bandas de zinc
Para sustituir una teja plana clavada, el sacaclavos de tejero resulta un utensilio indispensable. Esta herramienta se introduce por debajo de la pizarra dañada y se golpea con la ayuda de un martillo para romper los clavos de fijación. De esta manera, la teja se encuentra suelta y es posible retirar los fragmentos rotos. La nueva pizarra debe colocarse bajo la hilera superior. Para fijarla, es recomendable emplear clavos galvanizados, reforzados con arandelas estancas de plomo. Para aumentar la sujeción, se deben recubrir las cabezas de los clavos con masilla para evitar posibles filtraciones y goteras.
Además del método tradicional, es posible emplear bandas de zinc para fijar las nuevas pizarras. La teja dañada se retira de igual forma, pero en lugar de clavar la nueva, se instalan dos bandas de zinc sobre la ubicación en la que se colocará. De nuevo, se sellan las cabezas de los clavos con masilla de estanqueidad y se fija la pizarra sobre las bandas. Por último, se doblan los extremos de estas piezas hacia arriba para sujetar la teja.
Prevenir accidentes sobre un tejado
Limpiar el canalón del edificio, reparar una teja o taponar una pequeña grieta son trabajos que entrañan un riesgo. En algunos casos, se realizan a una altura considerable, sobre una superficie irregular e inestable. Es necesario extremar las precauciones siempre que se realice cualquier labor en la cubierta. Cuando las condiciones atmosféricas sean malas -lluvia, granizo, heladas o viento- o si la superficie está mojada por lloviznas recientes, no se debe trabajar sobre el tejado. El calzado es otro de los elementos que merece atención. Para evitar caídas y resbalones, es imprescindible que las suelas sean antideslizantes.
La manera más frecuente de acceder al tejado es a través de una escalera, pero no vale cualquier modelo. Debe incluir un separador en la parte superior. De esta manera, el elemento se apoya sobre la propia pared y no en el canalón, que es más inestable y con mayor tendencia a romperse, cuando es de PVC.
SOLUCIONES PARA ARREGLAR LAS GOTERAS
Sustituir las tejas rotas o taponar la cubierta con emulsión asfáltica son los trabajos más frecuentes .
En las estaciones lluviosas, como la primavera, las goteras salen a la luz. Las grietas en la cubierta, el desplazamiento o la rotura de las tejas son los principales motivos por los que se originan molestas filtraciones de agua en los techos que limitan con las cubiertas. Para atajarlas, es fundamental localizar el punto exacto del que proviene la gotera y efectuar de inmediato el arreglo. Así se evitan daños más graves en la estructura del inmueble. En la mayoría de ocasiones, es suficiente sustituir la teja rota o deteriorada y aplicar emulsión asfáltica sobre la cubierta para reforzar su estanqueidad.
Cambiar las tejas
El viento, un deficiente mantenimiento del tejado o el peso de la nieve ocasionan desplazamientos y roturas en las tejas que lo componen. Para sustituir los elementos deteriorados, es conveniente utilizar unos calces biselados. Esta herramienta auxiliar facilita la tarea, ya que permite mantener las tejas de la hilera superior elevadas mientras se cambian las piezas rotas. Se deben retirar por completo los restos de los elementos dañados y fijar de forma correcta las nuevas tejas. Una vez que el cambio se ha efectuado, se retiran los calces.
Esta forma de proceder se emplea para las tejas mixtas (también conocidas como mecánicas o de encaje), que se colocan en hilera y se encajan entre ellas gracias a las acanaladuras de sus bordes, y para las de tipo plano que no están clavadas.
En cualquier caso, antes de colocar la nueva pieza, se recomienda comprobar el estado de mantenimiento en el que están los listones del tejado. En el momento de retirar las tejas deterioradas, se pincha con un punzón la estructura. Si el utensilio se hunde en la madera, el armazón está podrido o en fase avanzada de deterioro. Cuando esto ocurre, la reparación es más compleja ya que se debe restaurar por completo esa parte.
Taponar grietas
Las grietas en los tejados con azotea son otra causa de goteras en los techos
Las grietas en los tejados con azotea son otra causa de goteras y filtraciones en los techos. La mayoría se localizan en los ángulos con las paredes. Si el desperfecto es poco profundo, se debe limpiar y taponar con emulsión asfáltica. Las bandas hidrófugas o bituminosas son otra solución. Es un producto que se comercializa en un formato similar al de la silicona y en distintos colores para que pase inadvertido. Para una correcta aplicación, deben agrandarse las grietas, limpiarlas con una rasqueta y distribuir sobre ellas el producto.
Si las fisuras son de un tamaño considerable, no basta con taponarlas. Es preciso sellarlas con cemento que disponga de un agregado impermeabilizante. Una vez que el material se fragüe, se aplica la emulsión asfáltica en varias capas hasta nivelar la superficie.
Canalones limpios
Otros elementos que contribuyen a mantener la estanqueidad de la cubierta son los canalones. La función de estos conductos es recuperar las aguas pluviales. Al mismo tiempo, acumulan también una gran cantidad de suciedad. Hojas, ramas y musgo son los principales residuos que se amontonan en ellos. Es posible retirarlos desde el propio tejado con una escobilla.
Para eliminar los hierbajos y el musgo depositado en estos desagües, se recomienda utilizar una azadilla. Conviene prestar atención especial a las plantas trepadoras, ya que no son inofensivas. Después de invadir los canalones, se instalan en la cubierta y llegan a levantar las tejas. Se deben eliminar con una podadera.
CUIDADOS BÁSICOS DEL TEJADO
Con la llegada del otoño, el tejado se convierte en un elemento esencial para proteger el edificio del frío y de la lluvia. Sin embargo, la cubierta exige cierto mantenimiento para garantizar solidez y estanqueidad. Limpiar los canalones de hojas, musgo y otros residuos, e inspeccionar el estado general en busca de posibles grietas son claves para prevenir daños mayores.
Sanear los canalones
El otoño es la época indicada para llevar a cabo la limpieza de los canalones. Estos conductos recuperan las aguas pluviales, pero acumulan también una gran cantidad de suciedad. Hojas muertas, ramas, tierra y musgo son los principales residuos que se amontonan en ellos. Hay dos formas de retirarlos: desde el propio tejado, con la ayuda de una escalera colocada de forma segura y correcta, o bien desde el suelo con una hidrolimpiadora, de alta presión, con mango telescópico.
Si se opta por la primera propuesta, es aconsejable eliminar los residuos que obstruyen el canalón con una escobilla. Para retirar los hierbajos y el musgo depositado en estos desagües, es apropiado utilizar una azadilla o almocafre. Es posible que las plantas trepadoras comiencen a invadir los canalones. Esta especie es una amenaza, ya que a largo plazo levanta las tejas de la cubierta. Por este motivo, se recomienda eliminarla con una podadera.
El otoño es la época indicada para llevar a cabo la limpieza de los canalones
Cuando los desagües exteriores se sanean con una hidrolimpiadora, es habitual que la suciedad arrastrada por la presión del agua se acumule al final del canalón. Para evitarlo, es preciso colocar al principio de la bajada una rejilla que filtre el agua y facilite su paso.
Solución a las grietas
Revisar el estado general de la cubierta es otro aspecto fundamental. Si los desagües se van a limpiar desde el propio tejado, conviene aprovechar esa posición para inspeccionarlo con atención.
Es frecuente que el musgo, además de aparecer en los canalones, brote sobre la cubierta. Esta planta no es inofensiva, sino que deteriora el tejado ya que impide el correcto desagüe de las aguas pluviales y favorece la aparición de infiltraciones entre las tejas. Se debe retirar con una azadilla, con cuidado de no dañar los materiales de la cubierta.
Las fisuras son un problema muy común. Cuando determinados elementos tienen grietas, primero hay que valorar si el desperfecto requiere cambiar la teja o si, por el contrario, es posible arreglarlo. Si las fisuras han aparecido en un tejado de zinc, la grieta se debe sellar con bitumen. Este material tiene propiedades impermeabilizantes y se comercializa en un formato idéntico al de la silicona. En estos casos, las grietas deben agrandarse y limpiar previamente con la ayuda de una rasqueta. Después se aplica sobre ellas el producto.
SEGURIDAD EN EL TEJADO
Cualquier arreglo o trabajo que se efectúe sobre un tejado entraña un riesgo. Es necesario extremar las precauciones siempre que se realice cualquier labor en la cubierta. No es aconsejable acceder a ella cuando las condiciones atmosféricas son malas -lluvia, granizo, heladas o viento- o si la superficie está aún mojada por lloviznas recientes. El calzado es otro de los elementos que merece un cuidado especial. Para evitar caídas y resbalones, es imprescindible que las suelas sean antideslizantes.
La manera más frecuente de acceder al tejado es a través de una escalera, pero no vale cualquier modelo. Debe incluir un separador en la parte superior. De esta manera, el elemento se apoya sobre la propia pared y no en el canalón, que es más inestable y con mayor tendencia a romperse, cuando es de PVC.
Mantenimiento de los tejados
Lo aconsejable para un correcto mantenimiento de los tejados es efectuar una revisión anual con el fin de comprobar si existen tejas rotas o grietas.
Mantener el buen estado de los tejados es fundamental, sobre todo para evitar la formación de grietas -con las consiguientes goteras y filtraciones hacia el interior de la vivienda- y también para eliminar el riesgo de que una teja suelta pueda caer sobre alguien o romper algo en el suelo. Este artículo destaca la importancia de las revisiones periódicas, los riesgos de la falta de mantenimiento y consejos para cuidar los tejados.
El tejado y la importancia de las revisiones periódicas
A menudo sucede que el tejado de una casa o un edificio pasa mucho tiempo sin recibir la atención necesaria. Lo idóneo es realizar revisiones periódicas (los especialistas aseguran que al menos una vez al año), para asegurarse de que no se han producido daños y, en caso de que estos existan, poder repararlos antes de que su gravedad aumente y su solución sea más complicada.
Un árbol demasiado cercano puede causar daños en el tejado
Estas comprobaciones son más necesarias en caso de que el tejado haya sufrido inclemencias climáticas (tormentas, fuertes vientos, caída de granizo o nieve, etc.). Pero no hacen falta estas condiciones para que el techo se deteriore: solo la acción de la humedad o la rama de un árbol demasiado cercana pueden ser causa de pequeños perjuicios que, con el tiempo, resulten problemáticos.
Riesgos de la falta de mantenimiento del tejado
Los principales riesgos de la falta de mantenimiento de los tejados son dos: por un lado, la rotura y eventual caída de una teja y, por el otro, la formación de grietas.
Si una teja se despega y queda suelta, la gravedad y el viento podrían hacer que caiga, con el natural riesgo de que lastime a alguien o rompa algo que esté debajo. Para saber si hay alguna teja suelta, puede bastar con una revisión visual: por lo general, las que no están fijadas al techo aparecen rotas, desplazadas o torcidas. Para una mayor seguridad, se aconseja examinar el tejado con detenimiento para comprobar que no hay piezas sueltas.
No solo es importante revisar que no haya roturas en el techo, sino también cuidar la limpieza, tanto de las tejas como de las junturas y canalones
El segundo problema, la formación de grietas, está relacionado con el primero, puesto que si una teja se rompe, se desplaza o se cae, el hueco que deja dará lugar a una grieta. Sin embargo, no hace falta que ocurra eso con una teja para que se forme una grieta: esta puede deberse solo a la acción de hongos o a una mala impermeabilización.
Las grietas provocan filtraciones, humedades y goteras en el interior de la vivienda. En caso de que se detecten grietas, se debe proceder a sellarlas con un mortero aislante y luego asegurar el techo con algún material impermeabilizante. Un método recomendado es el de instalar bandas de cinc a lo largo de las junturas del tejado. Estas tiras crean una capa de óxido de cinc, que resulta inofensivo para las tejas e impide el crecimiento de hongos y otros agentes nocivos.
Tanto la formación de grietas como la rotura o desplazamiento de grietas pueden deberse a la acción de tormentas, pero también a la simple erosión causada por el clima durante un tiempo prolongado. Y existen otros factores: un techo que no recibe mucho sol (porque está bajo la sombra de un árbol o porque está orientado hacia el norte) será más propenso a la acción de hongos, algas y bacterias que uno que recibe la luz del sol de forma más directa. Es decir, hay muchos elementos que afectan el estado del tejado. Por eso lo aconsejable, en cualquier caso, es revisarlo a conciencia para actuar a tiempo ante cualquier inconveniente.
Consejos para el mantenimiento del tejado
A continuación se enumeran algunos consejos que se deben tener en cuenta para proteger los tejados.
- Revisar al menos una vez al año el estado del tejado. De ser posible, se debe observar, además, el revestimiento inferior del tejado, para comprobar que no ha sido dañado por la humedad. Lo idóneo es que un experto en mantenimiento de techos también efectúe una revisión, aunque con una frecuencia menor: cada cinco años.
- Procurar que no haya ramas de árboles cerca del techo. Si las hay, cortarlas para evitar que rocen o cuelguen sobre él. Si se tiene una chimenea, se debe tener especial cuidado de que no queden ramas por encima o demasiado cerca, para garantizar una buena ventilación y reducir el riesgo de posibles incendios.
- Examinar, además de las tejas, el estado de las junturas en el techo, tanto entre las propias tejas como en los bordes y, si los hay en la chimenea, conductos de ventilación, la buhardilla, claraboyas y tragaluces.
- Limpiar las tejas y las junturas no solo de suciedad, sino también de nidos de pájaros, arañas, insectos y hongos. Lo mismo para las antenas de televisión, veletas y cualquier otro objeto instalado en el techo.
- Quitar todas las hojas caídas de los árboles que se acumulen en los canalones de desagüe, sobre todo en otoño y principios del invierno. En estas épocas, tales hojas pueden bloquear los conductos y generar que el agua se estacione allí, convirtiéndose en un foco de insectos, bacterias y otros agentes que puedan actuar de forma negativa sobre el techo y también sobre las paredes de la casa (además de los riesgos que entrañan para la salud).