La nevera es quizás el electrodoméstico más importante de la cocina. Del cuidado y la buena higiene de la nevera dependerá también en parte la buena conservación de nuestros alimentos y por tanto garantizar nuestra buena salud.
Por lo general tenemos la costumbre de abusar de la nevera y utilizarla más como almacén y despensa que como aparato para conservar y disminuir la aparición de bacterias. La solemos llenar hasta los topes, la abrimos y cerramos continuamente. En ocasiones derramamos líquidos como leche, zumos etc.. y casi siempre es normal que tengamos un olor desagradable al abrirla y que no sepamos de donde viene.
Por todo ello, veamos a continuación 10 pasos que debemos dar y la información que necesitamos para mantener nuestra nevera siempre limpia y preparada en tan solo 30 minutos.
1 – Desconectar la nevera.
Vamos a estar utilizando agua, moviendo piezas y aunque no es del todo necesario, aconsejamos desconectar la nevera por motivos de seguridad. Solo serán unos minutos por lo que los alimentos apenas notaran el cambio.
2 – Vaciar la nevera y retirar los alimentos.
Lo sacamos todo y lo dejamos encima de la mesa. Aquellos alimentos que estén caducados, los tiramos a la basura. También tiraremos aquellos productos que huelan mal, que lleven mucho tiempo abiertos o que sospechemos que puedan estar en mal estado.
3 – Sacar los cajones y baldas.
Retiramos todos los cajones, baldas y compartimentos que venían de fábrica con la nevera. Por lo general están hechos de plástico. Recomendamos usar guantes de goma para evitar que se nos resbalen de las manos. Tras sacarlos, podemos lavarlos con agua y jabón. Si alguna pieza es de cristal, conviene esperar a que se le pase el frío y adquiera la temperatura ambiente antes de sumergirlos en agua caliente, ya que el cambio brusco de temperatura podría romperlos.
4 – Limpiar el interior de la nevera.
Usaremos un paño limpio y jabón para los platos. Se comenzará a limpiar desde arriba hacia abajo con el fin de evitar que las gotas y la espuma que cae ensucie lo que ya estaba limpio.
Podemos encontrarnos zonas con restos de alimentos muy incrustados y que no se quitan con facilidad. Para limpiar estas zonas, dejaremos un rato un paño mojado en agua muy caliente sobre la mancha para que se ablande y usaremos un estropajo con el que frotaremos enérgicamente. Suele ser habitual tener manchas y zonas problemáticas en la zona del fondo y en las esquinas donde es mayor la acumulación de suciedad.
No se olvide de limpiar la puerta con sus compartimentos internos.
5 – Secar el interior.
Con un paño limpio y seco o con una toalla, pasamos por toda la superficie interna para asegurarnos que queda bien limpia, igualmente secamos la zona interna de la puerta.
6 – Colocamos de nuevo los alimentos.
Ponemos de nuevo la comida en su sitio. Aprovechamos para ordenar los alimentos de acuerdo a sus cajones, la fruta en el frutero, las verduras en el verdulero, y también aprovechamos para limpiar aquellos botes que con el uso tienen restos de comida cerca de la abertura y que nunca tenemos un momento para hacerlo.
7 – Limpiar el congelador.
Si el congelador lleva muchos años funcionando y tiene una capa muy ancha de hielo, conviene esperar a descongelarlo para poder limpiar el interior. Aconsejamos desenchufar la nevera y aplicar calor en la zona, ya sea con un secador o con cucharadas de agua hirviendo.
8 – Limpiar la zona externa y visible.
Por fuera podemos limpiar la nevera como cualquier otro electrodoméstico más. Basta un trapo con jabón y frotar bien la superficie. Si se da el caso que la cubierta es de acero inoxidable, evitaremos usar trapos que puedan rayar y haremos uso de vinagre con agua para dejar brillante la superficie.
No se olvide de repasar bien la zona de la junta de la goma, que es una zona muy proclive a almacenar suciedad y bacterias.
9 – Limpiar la bandeja de goteo.
Muchas neveras tienen una bandeja de goteo extraíble que recoge poco a poco la condensación que se forma. Por ello se debe quitar la rejilla de la parte frontal y utilizar un foco o una linterna para encontrar la bandeja de goteo, que normalmente está en la parte superior de las bobinas de condensación. Si dispone del libro de instrucciones, échele un vistazo y le dirá más exactamente como retirarla y como limpiarla. Esta bandeja puede estar llena de moho ya que recoge mucha humedad de la condensación, por lo que recomendamos utilizar guantes de goma para manejar estas piezas. Retire la bandeja y límpiela a fondo, si es necesario utilice unas gotas de lejía. Posteriormente la seca y la vuelve a colocar.
10 – Volver a enchufar la nevera.
Cuando ya hayamos terminado. Volvemos a enchufar la nevera de modo que los alimentos continúen su estado de conservación. Para el caso del congelador, quizás sea necesario esperar a que pase un tiempo para que vuelva a congelar correctamente, por ello, aconsejamos limpiar el congelador únicamente cuando no tengamos alimentos en su interior.