Con la aparición en el me
rcado de las pantallas planas, los usuarios de televisiones y ordenadores hemos ganado mucho en calidad de imagen y en espacio libre en nuestros salones y habitaciones. Sin embargo, una de las dudad más grandes que generan estos dispositivos tiene que ver con la forma correcta de limpiarlos. Su aspecto frágil y la complejidad de su mecanismo hacen que pensemos que es fácil estropearlos.
Y es que, aquellos aparatosos televisores de antes eran, en contraste, tan sencillos de limpiar como cualquier otra superficie de cristal de nuestra casa. Se pasaba un trapo para eliminar el polvo y, después, se podía pulverizar con limpiacristales para eliminar cualquier mancha.
Nada que ver con los cuidados que requieren los nuevos televisores de pantalla plana. Hay que tener en cuenta que estas superficies están fabricadas con cristal líquido, un material que precisa de un tratamiento específico.
Ante todo, lo más eficaz es que consultes con el manual del fabricante de tu aparato, donde encontrarás indicaciones precisas sobre cómo limpiarlo. Sin embargo, hay medidas que son comunes como que tengas un rato apagado el televisor antes de limpiarlo. Para quitar el polvo no uses ningún producto, hazlo con un plumero o una bayeta especial.
En el caso de que la pantalla presente manchas, siempre tenemos que asegurarnos de no pulverizar el producto que usemos directamente en la pantalla. Lo que hay que hacer en todos los casos es humedecer la bayeta o trapo que vayamos a usar. Nunca hay que usar productos químicos. Una combinación aceptable es la de agua y alcohol o agua y vinagre.